Los juegos del hambre.
Esta película está basada en la Norteamérica del futuro,
ahora llamada Panem, y en la que ahora gobierna tras décadas de guerra y caos,
el Capitolio, su poder tiene ultracontrolado al pueblo y lo tiene sometido a
una dura y muy represiva dictadura. Este órgano de poder al que parece no
importarle el ser humano, ha creado un show televisivo, que en cada edición,
elige al azar veinticuatro adolescentes, de los doce distritos que forman el
Estado; a estos los sueltan en plena naturaleza, donde deberán sobrevivir, con
machetes, arcos y cuchillos, si se hacen populares, llamando la atención,
conseguirán patrocinadores y propio programa les enviará “paracaídas” con
objetos valiosos o con medicina.
El tema del juego es muy simple, lo único que deben hacer es
matarse unos a otros hasta que únicamente quede un vencedor, este representará
el sufrimiento que ha pasado Panem tras las guerras. Es increíble como los
representantes del distrito doce (los protagonistas) se las ingenian para
sobrevivir, aunque es duro ver morir a los demás concursantes.
Parece impresionante lo cruel que pueden llegar a ser los
humanos en la película, pero nuestra realidad no está muy lejos de esto. Aunque
es una aparente película romántica de acción,
critíca muchas otras cosas que nos hacen pensar y reflexionar, en que no
sería muy difícil que el futuro llegase a ser de esta forma.
El final da un giro sorprendente, lo que hace que los
espectadores nos quedemos con ganas de ver las siguientes películas de esta
trilogía.
Recomiendo esta película a cualquier persona que se quiera
“enganchar” a algo, ya que esta serie de películas parece prometer. No hay que
tener un género favorito en el cine, ya que este tipo le gustará a cualquier
persona que la vea, o esa es mi opinión. Tanto me gustó que al día siguiente de
verla ya fui encargar los tres libros a una librería, no podía esperar a la
siguiente película.
Iván Martínez Facorro 4ºA
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