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domingo, mayo 20

Crítica musical. Mauro Gómez. 4º


*Unbreakable (2012) – Primal Fear
 

Primal Fear, una de mis bandas de metal favoritas, que fue protagonista del primer álbum del año que escuché (hace meses). Pero, que tipo de metal? Metal, a secas. Son los herederos del verdadero Metal clásico, la banda más representativa y genial de los años 2000 y finales de los 90. Concretamente os diré que es lo que  llamamos “heavy/speed/power metal alemán”. Cierto, no son conocidos, pero sí son buenos,  geniales. Esta banda surgió gracias a la unión de Sinner y Scheepers, este último al abandonar los colosos de Gamma Ray y al fracasar en un intento frustrado ( y también injusto) de sustituír al vocalista de Judas Priest a mediados de los 90. Allí donde se escuchan están locos por ellos y se gastan lo que sea por verlos en cualquier lugar, no encontrarás a ningún fan renegado de Primal Fear en todo el mundo, eso sí, te felicito si encuentras algún fan . Estos encabezan una larga lista de grupos infravalorados del mundo... Su canción más conocida no llega al medio millón de visitas, y aún así es reconocido por la crítica y por los expertos como una de las bandas del siglo y participan en tantos festivales como se pueda imaginar. Despúes de 9 álbumes siguen con combustible.

Su nuevo álbum es lo de siempre, pero refrescado y con más influencia de sus primeros trabajos (los mejores). Combinamos una gota de Power Metal de los 80 y 90 con la masa  de Heavy Metal al estilo Judas Priest y los gratinamos con el inconfundible toque personal de las bandas de hoy que recuperan lo “viejo”. Para hacer una crítica de este álbum debemos compararlo con anteriores, lo que no significa que algunos anteriores sean nefastos gracias a la impecable carrera de la banda . Lo más salientable en él es el abuso de los coros melódicos, lo que te hace pensar en un estudio con 100 Ralf Scheepers cantando al mismo tiempo... para mi, un acierto a lo grande en la potencia de los estribillos. Este hecho no hace más que agrandar la sensación de que el “sex-symbol” del Metal (como lo llamamos sus fans) se supera en todos los trabajos a pesar de su cercanía a los 50, creando una trayectoria que solo podría superar Rob Halford en su tesitura. Digno de mención es también es  trabajo excelente del baterista Randy Black, que con su llegada a Primal Fear mostró el nombre de la banda por el mundo gracias a su reconocimiento. Este hombre supera sus actuaciones en anteriores álbumes, con redobles más complejos y una calidad y sonido inmejorables gracias a su ejecución con manos y pies, simplemente completísimo y redondo. Matt Sinner continúa con su humilde presencia en los bajos y con su gran aportación como segundo vocalista al conjunto, y mejor que nunca encontramos a una pareja de guitarristas más brutal y compenetrada que se reparte a partes iguales el trabajo solista dejando duetos increíbles. Y eso sin hablar de las composiciones...

Después de experimentos para atraer al gran público, vuelve a sus raíces con una variedad de temas muy acertada , con los cañeros Strike y Give Em Hell, la rápida And There Was Silence (Power Metal inyectado en vena), la épica power ballad con toques prog Where Angels Die (seña de identidad de la banda, para mí, la mejor balada de su carrera) y su acompañante Born again ,  el himno y bomba power melódica Metal Nation, y la culminación de un álbum redondo: el potentísimo single Bad Guys Wear Black, un tema que hipnotiza con su ritmo de acero y el estribillo más macarra de su trayectoria.

Sino el mejor, es el álbum más completo y maduro de su carrera, que a pesar de las aventuras en solitario de Sinner y Scheepers en el 2011 llega fresco a nuestros oídos, mostrando el mejor álbum de lo que llevamos de año en todo lo referente al rock.

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