La historia del profesor
Se dibuja una sonrisa mellada en aquel profesor de Historia, de apellido impronunciable, cuando pregunto si existieron los crematorios. Viene hacia mí, me acaricia la cabeza y al retirar su mano, veo junto a su reloj unos números grabados en su piel.
Se dibuja una sonrisa mellada en aquel profesor de Historia, de apellido impronunciable, cuando pregunto si existieron los crematorios. Viene hacia mí, me acaricia la cabeza y al retirar su mano, veo junto a su reloj unos números grabados en su piel.
No hay comentarios:
Publicar un comentario