Crítica musical. Manowar

*The Triumph of Steel- Manowar (1992).

Quién nunca movió la cintura con la Bomba de King África ? Quién nunca imitó el teclado de The Final Countdown? Para los incondicionales de los estadounidenses Manowar es inpensable escuchar un clásico de la banda y no mover la cabeza. El ejemplo más claro de lo que significan las siglas m-a-n-o-w-a-r es este disco. Luego de, en diez años, dejarnos 6 álbumes que nos daban pistas para comprenderlo, al fin nos rebelan su secreto. Acero, ingrediente principal de su música. Este disco es duro, pesado... pero al mismo tiempo brillante y maleable, aunque un poco oxidadable y corrosivo. Eric Adams alcanza su madurez musical, mostrándonos numerosos recursos vocales y un repertorio de cientos de desgarrados gritos sin igual, abusando quizás.  Joey De Maio, aporta prácticamente todas las composiciones, mientras los nuevos (El guitarrero Shankle y el baterista Kenny Edwards) aportan esa velocidad característica al disco. Cuenta con canciones rápidas y baladas bien repartidas. Destaca la canción Metal Warriors canción épica y salvaje; Ride the Dragon y Demon's Whip. Sorprenden con una primera canción de 28 minutos, la más larga de su carrera: Achilles, Agony and Ecstasy in eight parts. Tranquilamente se podía considerar como una canción conceptual, basada en la Ilíada de Homero. El mezlado del álbum muestra el sonido limpio y metálico que caracteriza a Manowar, sin apenas ecos y efectos.

El álbum que tocó la cima del grupo (el mejor diría yo), caracterizado por la omnipresente irregularidad de sus canciones, sabe hipnotizar al cabello para moverse de forma exagerada de arriba a abajo.

                                                                                                                                   

                                                                                                                                             De Mauro